sábado, 3 de febrero de 2018

Derecho Panamá



Cien años de la Escuela de Derecho y Ciencias Políticas
por Virginia Arango Durling*

 (Presentación  de la Revista del Departamento de Ciencias Penales y Criminológicas  No.9 virtual, al conmemorarse estos cien años de la carrera de Derecho en Panamá)


 La Escuela de Derecho y Ciencias Políticas hace cien años fue la" primera institución oficial establecida en la República de Panamá para los estudios de la ciencia jurídica" siendo su fundador espiritual el Doctor Ricardo J. Alfaro, bajo la dirección del Dr.José Dolores Moscote, rector del Instituto Nacional, la cual funcionó hasta 1930, y luego se estableció la Escuela Libre de Derecho.
A partir de 1935, con la creación de la Universidad de Panamá, se incluye la enseñanza del Derecho en la Facultad de Derecho, y hasta 1956 solo ofrecía cursos nocturnos, a diferencia de la actualidad que cuenta con una oferta académica, diurna, vespertina y nocturna, y ofrece estudios de pregrado, maestrías y doctorado, y con ello la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad de Panamá ha graduado numerosos profesionales del Derecho.

Desde otra parte, al examinar la bibliografía sobre los estudios del Derecho en la Universidad de Panamá notamos que la misma se reduce en primer término, a trabajos de índole histórica ( Oscar Vargas Velarde), y escasamente podemos hallar otros trabajos que profundicen en el ámbito de la enseñanza y aprendizaje del Derecho, que a este respecto podemos mencionar a Humberto Ricord, en Universidad y Enseñanza del Derecho (1971), de Carlos Muñoz Pope (2004), Los Estudios jurídicos en Panamá: antecedentes, presente y futuro,  de Aura Guerra de Villalaz, La enseñanza del Derecho en Panamá,  de Dulio Arroyo Camacho, en Algunas reflexiones en torno a la Universidad.

Y en esta materia consideramos que es necesario reflexionar, tomando en cuenta la calidad y pertinencia de los estudios jurídicos que ofrece la Universidad de Panamá, sin dejar de señalar, la problemática del aumento progresivo de egresados de profesionales del derecho en Panamá.

No cabe duda, como acertadamente expresa GUERRA DE VILLALAZ (2015) se han previsto  requisitos básicos para aspirar a la docencia universitaria, entre otros que se cuenten con estudios de docencia superior, pero aún quedan pendientes otras tareas para mejorar la enseñanza del Derecho en nuestro país, pues es imprescindible afrontar otros retos.

También cuestionaba MUÑOZ POPE, la falta de compromiso docente por parte de profesores que no asisten a clases, regalan calificaciones, no preparan sus clases o nada o casi nada enseñanza de la asignatura que tiene a su cargo, sin dejar de mencionar el papel del estudiante que le interesa solo aprobar la asignatura pidiendo favores o usando mecanismos fraudulentos.  

Por su parte, GUERRA DE VILLALAZ (2015) en fecha más reciente indica que con respecto a los docentes se han previsto  requisitos básicos para aspirar y participar en un concurso de cátedra, pero aún quedan pendientes otras tareas para mejorar la enseñanza del Derecho en nuestro país. En lo que respecta a la Facultad de Derecho de la Universidad de Panamá, la “lección verbalista  es la que ha perdurado, aunque se han introducido variables en algunas asignaturas, afirmando que no es hasta las postrimerías del siglo XX cuando la Facultad de Derecho adquiere equipos electrónicos de proyección de filminas, televisivas y se ponen en práctica métodos de investigación bibliográfica y de campo, como opciones en la enseñanza del Derecho.  En todo caso sugiere que hay que afrontar nuevos retos, combatiendo la improvisación tanto en la política académica curricular como en la exigencia de una evaluación objetiva de la calidad de los recursos humanos, materiales y tecnológicos con los que se cuenta.

Ahora bien, los cuestionamientos que se hacen sobre la enseñanza y aprendizaje de los estudios jurídicos en la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad de Panamá, no se alejan de otras críticas que se han hecho referencia en el extranjero, tal como  advierte en Corrupción en la Universidad, Alfonso Serrano Gómez, ex Catedrático de Derecho Penal y Criminología de la UNED de España.

Y en el caso, de nuestra facultad hay que tener presente que hay que seguir trabajando en mejorar la calidad de enseñanza y aprendizaje, sobre todo cuando escuchamos por los pasillos a los estudiantes quejarse de sus profesores, entre otros, de la inasistencia a clases, que  nada enseña de la asignatura, no es totalmente ético, aunque tales quejas nunca llegan a oídos de las autoridades universitarias.

En consecuencia, tales cuestionamientos y otros es necesario prestarle atención. Una revisión, actualización y transformación continua de los estudios jurídicos conviene realizarla ya que nos enfrentamos a numerosos retos y es necesario adaptarse a las nuevas tendencias de la enseñanza y aprendizaje a nivel superior.

Hoy por hoy, se requiere de un docente con vocación, con ética profesional que sea un buen ejemplo para sus estudiantes, un docente que enseñe y a la vez investigue y que imparta las clases con una metodología que haga cautivar al estudiante , mientras por el otro lado, urge también contar con un estudiante seriamente comprometido con su formación  profesional, como advierte Illera Lobo, en su trabajo Relación de la teoría y la práctica en la enseñanza del Derecho (2017).

.
¿Qué clase del profesional del derecho queremos? Es algo que toca a la Universidad de Panamá decidirlo, desde nuestra realidad nacional. Ciertamente, hay una tendencia global hacia la renovación del derecho a partir de la Declaración  Bolonia, y el Proyecto Tunning para Europa y Latinoamérica, lo cual ha transformado la educación universitaria en los países de la región.

Sin embargo, el debate sobre la crisis de la enseñanza del derecho  no es nada nuevo, y en general, se ha abordado como una cuestión didáctica y de pertinencia social como advierten Benfield Escobar y Contreras, sin ahondar en muchas ocasiones con los planes de estudio de las carreras.
No obstante, con el Plan  Bolonia y las nuevas tendencias que incluyen un nuevo enfoque de  competencias la instituciones universitarias en muchos países no pueden estar ajenas a las demandas sociales ( MONTERO CURIEL) y con ello, se ha perdido la autonomía universitaria pues ya no es la encargada de determinar cuáles son los grandes rubros del conocimiento necesario para la sociedad y materializarlo en los planes de estudio y de investigación"(Aboites,2010).  Además de lo anterior, que el Plan Bolonia trae consecuencias para el profesor, el estudiante universitario y la propia universidad ya que como advierte GARCÍA MANJÓN (2012) se evidencia una creciente convergencia en sentido de descaracterizar el proceso de formación humana y la propia institución universidad, sometiendo todo y a todos a un pragmatismo utilitario, en el que el patrimonio del pasado y las proyecciones del futuro son sacrificadas en nombre de un presente incensado en el altar del mercado".
En el caso de nuestra facultad, la licenciatura se ha reducido de cinco a cuatro años, tal como sucedió en España con el Plan  Bolonia, en la que  a propósito de ello habrá que reflexionar y tomar en cuenta lo indicado por Alfonso Serrano Gómez que "acortar en un año las carreras produce sin duda una debilitación de los conocimientos y los estudiantes sufrirán esta carencia cuando empiecen a ejercer sus profesiones"
Antes de terminar, debemos agradecer a nuestros colaboradores asiduos,  y a nuestros invitados especiales los profesores Fabio Joffre Calasich, Universidad Autónoma Gabriel René Moreno, de Santa Cruz de la Sierra, Bolivia y Gustavo ArocenaUniversidad Nacional de Córdoba, por sus interesantes contribuciones en la última revista,  a la vez que instamos a otros a participar y seguir contribuyendo al Derecho Penal y a la Criminología.